LA HISTORIA DEL BCHON MALTES

 

 

 

Muchos aseguran que podríamos rastrear su aparición hasta el antiguo Egipto. Así como solemos ver en las fabulosas pirámides, figuras de perros y gatos tan característicos de esta civilización, en las tumbas de algunos faraones se han encontrado estatuas que representan al Bichón Maltés.

Siglos después, incluso Aristóteles hacía mención de ellos. Al parecer desde Egipto, estos perros habrían llegado primero a Grecia, y luego a Roma. Formar parte de dos imperios tan antiguos e importantes de la historia de las civilizaciones es un hecho de real importancia para esta raza.


 

Así como ya habían sido representados en estatuas para formar parte de los ajuares funerarios de los grandes líderes egipcios, en estas nuevas tierras también se encontraron réplicas de estos canidos realizadas en cerámica. Posteriormente, en la antigua Roma, el Maltés es nombrado en poemas y otros escritos. De esta manera, podemos observar la importancia que esta raza fue adquiriendo con el paso de los siglos. Algunos especialistas insisten en la posibilidad de que el Maltés sea la raza más antigua de perros de compañía que se conozca en el continente europeo.

Si bien es simple decir que sus orígenes son casi desconocidos, a pesar de algunos posibles acercamientos, su nombre es también una incógnita y un asunto que genera discusiones cada vez que se intenta dilucidar su origen.

Algunos cinólogos encuentran en el vocablo semítico ‘málat’ la raíz de la que puede surgir el término ‘maltés’, que muchos asocian con la famosa isla de Malta. ‘Málat’ está relacionado a varios lugares geográficos marítimos, pero también significa “puerto”. Según narra la historia, los antepasados de los perros que hoy conocemos como Bichón Maltés tenían como misión la caza de ratas y ratones en las zonas portuarias del Mediterráneo.

Su procedencia de la isla de Malta, de la isla de Mljet (Croacia) o, incluso, de Sicilia no puede ser descartada de forma total. Lo cierto es que desde la cuenca mediterránea se han expandido a otras regiones del mundo, como por ejemplo a Asia, hasta donde llegaron transportados por aquellos que seguían la “ruta de la seda”.

Así como hicieron apariciones estelares en esculturas y poemas, durante la Edad Media, primero, y luego en épocas del Renacimiento, sus diminutas figuras pudieron ser apreciadas en tapices y cuadros de famosos pintores, cuyas obras, hoy en día, son expuestas en importantes museos de arte del mundo.

Aunque estos perros no siempre tuvieron la misma fisonomía, y en algunas épocas parecían ser más grandes que en la actualidad, a lo largo de los siglos han obtenido una gran aceptación. Durante años las mujeres de la corte los convirtieron en los perros favoritos de la realeza.

Fue en Francia, durante el Renacimiento, cuando se suma el término ‘bichón’ a la designación de la raza. Este es un vocablo francés que significa “perro lanudo”, y que además designa a otras razas como el Bichón Frisé y el Bichón Habanero.

Aún con una rica y antigua historia, esta raza no está tan difundida como podríamos suponer, y aunque se conocen criaderos en todas partes del mundo, muchas son las personas que no saben acerca de estos perros, o que quizá tienen dificultades en reconocerlos o diferenciarlos de ejemplares de otras razas similares.